Importancia de la actitud positiva

A pesar de que psicólogos, terapeutas de toda índole y profesionales de la inteligencia emocional coinciden en lo mismo y no se cansan de decirlo, no nos podemos ni imaginar lo que nuestra actitud en la vida influye en nosotros mismos y por tanto en nuestro destino. Yo con mi experiencia como vidente y analizando a muchos clientes lo confirmo rotundamente.

Desde nuestra salud a nuestra abundancia material se ve seriamente perjudicada si somos negativos, y todo lo contrario si somos positivos.

¿Y por qué si sabemos la solución y parece tan sencilla no somos capaces de ser más positivos? Sencillamente porque nuestra mente, que como ya he dicho en otros post suele serla que nos gobierna, por encima de nuestro verdadero ser o yo superior, está programada para ser negativa. Esta programación se lleva a cabo desde niños y durante cada día de nuestra vida, por todo nuestro entorno tanto familiar como de fuera, y se basa en el miedo. Tenemos miedo por casi todo, y al menos a mí no me sirve la justificación de que el miedo es una reacción humana imprescindible para la supervivencia. Debo aclarar que no me refiero como es lógico al miedo totalmente justificado, que desgraciadamente muchas personas tienen a ser agredidas, o a que su familia muera de hambre u otras penurias, derivadas de las guerras y hambrunas que existen en no pocos lugares del mundo.

Cuando digo miedo a casi todo no exagero. Sobre todo miedo a lo que más nos perjudica y nos hace errar en nuestras vidas, a que los demás piensen mal de nosotros o lo que es lo mismo miedo a defraudarles. Esto rige totalmente cada día todas nuestras acciones y nuestras relaciones humanas, y en base a eso nos manipulan las religiones, los políticos y toda la élite que gobierna realmente en nuestro planeta. Miedo a no agradar físicamente, miedo a no triunfar de la manera que nos han inculcado que debemos hacerlo, miedo a la enfermedad que nos hace abusar de medicamentos, miedo a la vida misma, y lo peor es que lo tenemos tan automatizado y asumido que ni nos damos cuenta de ello.

Os aconsejo la película After Earth, donde Will Smith, a quien admiro como persona más aún que como actor, encarna a un oficial que logra salvar a la especie humana de una invasión alienígena, solo controlando el miedo, que es la energía que detectaban esos seres para cazar a sus víctimas humanas. Este es un dialogo del protagonista con su hijo, muy interesante:

“ Salí a correr. Solo. Algo que nunca debemos hacer. Una ursa deja de camuflarse, enfrente de mí. Voy a agarrar mi sable. Dispara su pinza. Me atraviesa el hombro. Antes de darme cuenta, estamos cayendo del acantilado treinta metros derecho, directo al río. Nos asentamos en el fondo. Está encima de mí. Pero no se está moviendo. Y me doy cuenta de que me quiere ahogar. Estoy pensando: «Me voy a morir. Me voy a morir. No puedo creer que así es cómo me voy a morir». Veo mi sangre burbujeando, mezclándose con la luz, brillando en el agua. Y pienso: «Caramba, eso es precioso». Y todo se mueve más despacio. Veo su pinza perforándome el hombro. Y decido que ya no quiero esa cosa ahí. Así que la saco. Y me suelta. Y más que eso, me doy cuenta de que no me encuentra. Ni siquiera sabe dónde buscar. Y entonces me di cuenta de que el miedo no es real. El miedo solo puede existir en nuestros pensamientos del futuro. Es producto de nuestra imaginación causando que le temamos a cosas que en el presente no existen y que quizá nunca existirán. Eso es casi una locura, Kitai. No me malentiendas. El peligro es muy real. Pero el miedo es una decisión. Todos nos estamos contando una historia. Y ese día, la mía cambió.”

¿Cuántas veces nos hemos sentido angustiados ante un problema que hemos creado en nuestra mente solo por que pueda pasar, y después no se ha dado tal situación o al menos con la gravedad que esperábamos? Pues toda esa angustia, miedo o tristeza, en definitiva emociones negativas, nos perjudican notablemente en todos los aspectos.

Todos conocemos a algunas personas que han triunfado profesionalmente y personalmente, o al menos han conseguido estabilidad, y todos ellos son personas positivas y capaces de enfrentar serios problemas sin amedrentarse y caer en el victimismo o en la negatividad.

Claro que esto no es fácil, pero debemos intentarlo y nos conviene ir cambiando poco a poco en ese sentido, porque desde luego lo que sí se cumple verdaderamente es la ley de la atracción. Atraemos a nuestra vida aquello que persiste en nuestros pensamientos, y también lo que sale por nuestra boca, porque el Universo nos escucha. Evitemos usar expresiones continuamente como «que mala suerte tengo», «yo no puedo»,etc.

Aunque nada te ayudará tanto como una actitud positiva ante las adversidades, yo como vidente puedo hacértelo mucho más fácil…

Yissel vidente verdadera. Lectura de cartas, tarot y mucho más…