NUESTRO SEXTO SENTIDO O INTUICIÓN

Deberíamos confiar más en nuestro sexto sentido o intuición, porque es más difícil que nos traicione que nuestra mente.

La mente, herramienta poderosísima que no sabemos utilizar ni mucho menos en toda su capacidad, no es más que eso, una herramienta a disposición de nuestro verdadero ser o yo, y se nos ha otorgado a la raza humana para poder realizar cosas que ni imaginamos. Sin embargo, normalmente escuchamos o confundimos a nuestra mente con nosotros mismos, y obedecemos y tomamos decisiones guiados por ella exclusivamente. Es como si dejáramos el control de un ordenador a sí mismo, no pudiendo decidir nosotros qué y cuándo realizar operaciones con él, dejaría de sernos útil. Similarmente hacemos con nuestra mente, la tenemos programada desde bebés, cuando empezamos a formar parte de una familia y una sociedad o cultura determinada, y casi siempre ella decide por sí sola, acorde a lo que tenemos grabado en nuestro “disco duro”, según las enseñanzas, educación y experiencias adquiridas.

Pero nuestra mente solo es una parte de nosotros, no nosotros en sí.

¿Que podemos hacer entonces? La respuesta es muy sencilla pero la solución no tanto, acallar la mente.

No voy a reiterar lo que casi todo el mundo, incluidos psicólogos, entrenadores deportivos y demás, afirman cada vez más, que son los beneficios de la meditación. Tampoco te voy a recomendar ninguna de las muchas técnicas de meditación, pero sí te voy a aconsejar algo. Cuando tengas un problema o debas tomar una decisión importante, tómate un tiempo para meditar en ello. Elige un lugar tranquilo y en el que nadie ni nada te moleste, si puede ser en la naturaleza, aunque sea en nuestro jardín o el parque que tenemos cercano a casa. Respira profundamente, contando desde 20 hasta 1 regresivamente y concentrándote solo en eso, para que ese aluvión de pensamientos negativos como dudas, miedos, etc tengan menos poder. Y ahora sí, concéntrate en el problema en cuestión, intentando afrontarlo como si lo vieras desde el exterior, o fuera de otra persona. Lo más seguro es que se te abran caminos y ocurran soluciones que no habías pensado antes, cegado por la ira o el miedo. No es fácil hacer esto, claro que no, y menos en determinadas situaciones traumáticas, pero puede sernos muy útil en muchas otras.

Para mí esto es meditar, no hay por qué entrar en trance, ni realizar viajes astrales ni nada parecido, de momento con lograr quitar el mandato a nuestra mente por un tiempo es bastante.

Observa las sensaciones de tu cuerpo al concentrarte en una toma de decisiones, porque como te sientas te va a indicar bastantes cosas. Eso es la intuición, y son mensajes de tu corazón o tu yo interno. A través de él, el universo se intenta comunicar contigo constantemente para ayudarte, aunque te parezca mentira.

Ten en cuenta a tu corazón antes que nada ni a nadie. Ningún amigo, familiar, gurú o vidente te va a dar más sabios consejos que él, cuando aprendas a escucharlo.

Soy vidente, y aunque no veo todo lo que quiero, ni posiblemente todo lo que tu desearías, puedo ayudarte…

Yissel vidente verdadera. Lectura de cartas, de velas y más…